María Dolores Santiago

 

En Julio de 2005 el Cuerpo de Policía Nacional comenzó una investigación en el hotel Augusta en Palma de Mallorca tras el hallazgo de restos humanos al empezar unas obras en un sótano no.

Los restos fueron desenterrado por capas, lo reconstruyeron, fotografiaron tanto las ropas como el reloj y se realizaron los estudios antropométricos y se determinó que los restos eran de una mujer de 1.50m y unos 50 años, blanca y víctima de una muerte violenta. Se creía que llevaba allí cerca de unos 30 años. El cadáver de la mujer estaba muy bien escondido y en un lugar inaccesible y estaba en posición fetal por lo que se determinó que era un asesinato. En los restos había costillas rotas y el cráneo fracturado, ambos producidos por golpes o un arma.

Para intentar descubrir de quien eran los restos de la mujer la policía obtuvo los registros de todos los trabajadores del hotel de hacia 30 años. Había 294 en esa lista, la cual compararon con las desapariciones de aquella época.

Asi fue como descubrieron que los restos pertenecían a María Dolores Santiago Palenzuela, una trabajadora responsable del Hotel Augusta. Dolores había desaparecido en Enero de 1977 y en extrañas circunstancias. La desaparición fue denunciada por un sobrino el día 15 de Enero de 1977. Dolores se alojaba en el hotel Majórica, algo que era normal en la empresa, en la cuarta planta, allí se encontraban su dinero y todas sus pertenencias y la habitación completamente ordenada.

Dolores llegó a Palma de Mallorca a principios de los 70 ya que una sobrina que había comenzado a trabajar en el hotel le consiguió un trabajo en dicho hotel. Dolores, soltera y con necesidad de trabajo no dudo en viajar desde Granada a Mallorca. Fue en 1972 cuando empezó a trabajar en la lavandería que se encontraba justo debajo de la piscina del hotel. 

En el mismo hotel trabajaba un hombre, casado, con el que se hizo amiga y luego se convertirían en amantes. Días antes de su desaparición Dolores habló con uno de sus sobrinos al que le comentó que tenía pensado volver a Granada y dejar al amante. 

Al parecer todo sucedió el 11 de Enero de 1977 cuando Dolores, al lograr estabilidad, persuadio a su amante para que dejase a su esposa si no la relación de ambos terminaría. Aquella noche ambos quedaron, ya que el hombre no paraba de decirle a Dolores que haría una locura si terminaba la relación o si se lo decía a su esposa, y en aquel momento el hombre la asesinó. Luego la enterró en el sótano, diáfano y rodeado de jardines, que se encontraba debajo de la lavandería en la que trabajaban los dos y en la que solo el hombre y otros trabajadores de jardinería y mantenimiento tenían acceso.

A partir de ese día el hombre se comportaba de forma extraña y evitaba a los familiares de Dolores. El marido de la sobrina fue junto a él por si podía aportar algo para poder encontrar a Dolores pero este respondió violentamente y profiriendo amenazas y que no volvieran a hablar con él o habría represalias.

Por desgracia al pasar 30 años, en el momento que se descubrieron los restos, el crimen había prescrito. El hombre, del que no se conoce el hombre por esa razón, mató a una mujer que sólo quería una respuesta y que no había hecho daño a nadie. Al menos la familia de Dolores, como la sobrina de la foto, puede descansar sabiendo tanto tiempo después lo que le pasó a María Dolores Santiago Palenzuela.