La muerte de los Egans

 

Peter Egan Jr. tenía 27 años y su mujer Barbara tenía 24 y vivían en Sackets Harbor, en el condado de Jefferson en Nueva York. El hermano de Peter, Gerald que tenía 19 años vivía en Watertown también en Nueva York.

Antes de que todos los hechos ocurrieran, estos tres nombres ya eran bien conocidos por la policía de Watertown ya que sospechaban que habían cometido una larga serie de robos y también el FBI los estaba investigando por unos robos de automóviles. También era conocida la familia Egan ya que se decía que eran ladrones y mezquinos, prostitutas y chulos, mentirosos, tramposos y en general gente bastante mala.

La noche del 31 de Diciembre de 1964 parecía que iba a ser una noche pensada para robar y además parecía un trabajo fácil. Tenían que ir a un área de descanso en la interestatal 81 e iban a secuestrar un camión que transportaba 16000$ en licor. Parece ser que fue James Pickett quien les habló de este robo, Pickett era amigo de los Egan pero lo que estos no sabían era que estaba trabajando para Joe Leone que formaba parte de una importante red de robos.

Eran cerca de las 9.30h del jueves 31 de Diciembre de 1964 cuando los tres cuerpos de la familia Egan fueron encontrados por William Jay y su mujer que habían parado a lavar el coche en el área de descanso a unos 3km del norte de Watertown. La policía los encontró con dos tiros en la cabeza cada uno de ellos al estilo pandillero.

Los hermanos se encontraron desplomados en la parte delantera de su Mercury Station Wagon de 1955 con dos disparos cada uno de calibre. 25 y Barbara estaba tirada en el suelo boca abajo y no se la podía ver desde la interestatal, una de sus botas estaba en el suelo delante del coche y aún tenía los rulos puestos y a ella le dispararon dos veces con un calibre. 38. El perro pekinés que poseían estaba sin un rasguño y sentado en el hombro de uno de los hombres.

Al parecer la única víctima intencionada fue Peter, no se sabía que Gerald iría y Barbara se suponía que debía vivir. 

En el restaurante Red Moon, Joe Leone mencionó que iba a tener que matar a los Egan porque sabían demasiado como para acabar con todos, tenía miedo de que se volvieran testigos para el estado. Las primeras investigaciones de la policía era cuestionar quien estaba metido en los robos y uno de los investigados fue Joe Leone.

Los investigadores tardaron tres años en tener todas las pruebas necesarias para detener a Joe Leone. Este fue a juicio en Enero de 1970 pero Bill McClusky, el fiscal, no lo tendría fácil. La prueba del polígrafo de Joe fue descartada y hubo rumores de que los que trabajaban para Joe Leone tenían amenazado al jurado. Joe Leone salió del tribunal como un hombre libre.

También se señaló a otro posible autor de los crímenes, Willard Belcher, pero nunca fue acusado ya que fue considerado mentalmente inestable.

La policía cerró el caso aunque siguen creyendo que Joe Leone es el culpable. Joe Leone ya murió por lo que no habrá condena oficial aunque hay gente que ha dicho que Joe admitió más tarde los crímenes.